diumenge, 15 de febrer del 2009

Shen Zhen

Shen Zhen, 12 de la mañana, justo al lado de la frontera.

Llegamos a la recepción del spa, nos dan nuestras pulseras y acto seguido nos guían a chicos y chicas por separado a la changing room. Somos unos 20 o 25: las 6 suecas (1 habla español), el sueco-colombiano, el inglés, el de I'm from the States, un par de polacos, 3 franceses (2 hablan español) , el de Venezuela (Carlos Julio o Ce Jay), el hungaro, el valenciano... Una buena tropa.

Los chinos nos acompañan y vigilan en todo momento como nos cambiamos. Nos vamos quitando la ropa mientras los chinos la doblan y ponen en las taquillas. Todo así. Nos alcanzan unas toallas para cubrirnos y, una vez hemos dejado todo lo que llevábamos encima (incluso cartera, móbil, etc.) nos dirigen hacia la entrada de la sauna donde nos dan una zapatillas y nos ofrecen la posibilidad de usar bañadores (también prestados). Tenemos varias horas de sauna, piscinas caliente, fría, baño termal, duchas, etc.

Cuando nos aburrimos nos dirigimos hacia la siguiente sala, donde nos dan toallas de nuevo, calzoncillos nuevos, pijama y albornoz. Nos secamos y nos llevan hacia el piso superior. Ahí encontramos las butacas cada una con su tele individual, o la sala de butacas con cine, restaurantes (de pago), puestos de fruta y bebida (todo gratis), helados, ordenadores, PSPs...

En esta zona encontramos a nuestras amigas que hasta entonces nos habían mantenido separados. Nos sentamos y nos ofrecen masajes (cabeza, manicura, pedicura, piernas, pies o hombros) mientras nos traen un poco de fruta y vemos la televisión. Consigo establecer una mínima conversación en putonghua (chino estándar) con una de las chinas que me está haciendo un masaje en las piernas mientras como fruta. Poco después cenamos y nos dan los catálogos de chicas (chicos para ellas). Increíble. Elegimos a una chica cada uno. La verdad es que me siento un poco sucio por el hecho de escoger así de ese modo a las chicas, pero la verdad es que tiene su morbo. La chica de la recepción que habla inglés nos acompaña hacia las habitaciones. Yo entro con Balazs, el hungaro, y escojo el masaje thai. Mi colega coje el de aceites esenciales. 1 hora y 30 minutos de masaje... Simply gorgeous, man.

Salimos del masaje, nos ofrecen más fruta y nos llevan a las camas a dormir. No nos hemos dado cuenta pero en realidad ya son casi las 3 de la mañana. Cuando no puedes ver si es de día o de noche y no llevas reloj ni móvil es díficil darse cuenta de la hora...

A la mañana siguiente conforme nos vamos levantando volvemos a la sauna un rato, desayunamos, ducha, recogemos las cosas y salimos a la recepción. Nos ofrecen volver a la frontera en Rolls Royce por un módico precio extra. En total he pagado unos 400 yuanes por todo. Al final nos vamos en transfer directo a la estación porque antes de coger el tren de vuelta a Hong Kong nos pasamos por un mercado a hacernos un par de camisas a medida. 240 Yuan en total. Nos las enviarán a casa en unos 3 días. Las camisas, por supuesto, con French cuffs (puño francés) para poder lucir los cufflin (gemelos) que me acabo de comprar. Ya que estoy compro un par de polos de Ralph Lauren y una camiseta de una marca japonesa que no desconozco. Vuelta a la estación de metro y pasamos por aduanas. Yo entro por la cola de Hong Kong Resident por mi visado de estudiante. 5 minutos después a pie estoy ya en casa (HK), 45 minutos después estoy en HKUST (la universidad). Un par de días bastante interesantes...

PD: mañana subiré las fotos... yo no las tengo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada